Retinol: ingrediente clave de una buena crema antiedad
Dos ingredientes son esenciales en el cuidado de la piel: la vitamina C, para protegerla durante el día contra el sol, el humo y la contaminación, y el retinol, para transformarla durante la noche. Entre ambos, el retinol destaca por su amplio respaldo científico y su eficacia demostrada contra el envejecimiento cutáneo.
¿Qué es el Retinol?
El retinol, derivado de la vitamina A (tretinoína), ofrece múltiples beneficios para la piel. Actúa como potente antioxidante, previniendo el envejecimiento celular, y estimula la renovación celular y la síntesis de colágeno, fundamentales para mantener la estructura facial. Esto se traduce en una piel menos pigmentada, más firme y con menos arrugas e imperfecciones, según afirma Arturo Alba, químico y experto en biomedicina.
¿Cómo se Debe Usar el Retinol?
El modo de uso del retinol varía según las necesidades y el tipo de piel. Sin embargo, Arturo Alba señala que a mayor concentración de retinol, mayor es su eficacia, debido al aumento del número de moléculas activas. A pesar de su popularidad, su uso descontrolado ha llevado a una regulación más estricta: a partir de enero de 2025, una nueva ley limitará su concentración en cosméticos al 0,3%, como advierte Virtudes Ruíz, cirujana y especialista en medicina estética.
En resumen, el retinol se posiciona como un componente esencial en la lucha contra el envejecimiento de la piel, respaldado por la ciencia y regulado para garantizar su uso seguro y efectivo.
Según Arturo Alba, lo idóneo es empezar por dosis bajas del 0,3 casi a diario hasta conseguir llegar a dosis más altas (se puede llegar hasta el 1.0), menos días a la semana. Por su parte, la doctora Ruíz aconseja “introducirlo poco a poco e ir aumentando la dosis conforme la piel se va adaptando.
Un vez que toleramos los niveles medios podremos pasar, bajo indicación médica, a concentraciones mayores e incluso a la tretinoína, que la vitamina a pura”, apunta. Eso sí, esta última concentración y forma, bajo estricto control dermatológico y con formulaciones cosméticas médicas. “Hay que tener en cuenta el tipo de piel, la tolerancia cutánea, y sobre todo si existe una problemática o un consejo dermatológico que siempre prevalecerá sobre el criterio estándar”, puntualiza. Para tu tranquilidad, “lo habitual en sérums y cremas de perfumería es que este activo tenga una presencia baja, de entre el 0,01 y el 0,03%”, aclara la doctora Ruíz.
Edad Recomendada para el Uso de Retinol
María Viente, cirujana y médico estético, sugiere comenzar con retinol de dosis bajas alrededor de los 35-40 años, cuando los primeros signos de fotoenvejecimiento son visibles, especialmente en regiones soleadas como el Sureste o el Sur de España. A los 45-50 años, su uso se vuelve casi obligatorio, dado que la mayoría experimenta signos de envejecimiento cutáneo.
La Mejor Textura para el Retinol
Aunque la forma más común de formulación es en aceite, Arturo Alba advierte que su penetración y efectividad son limitadas en este formato. Por tanto, recomienda cosméticos en texturas como crema, gel-crema siliconado, gotas o suero para una aplicación más efectiva.
¿Usar por la Mañana o por la Noche?
Existe controversia sobre el momento ideal para aplicar el retinol debido a su posible sensibilidad a la luz solar. Sin embargo, hay fórmulas que permiten su uso tanto de día como de noche. Alba enfatiza que el retinol no mancha la piel, pero su uso inicial puede causar irritación, especialmente si se expone al sol. Por tanto, es prudente aplicarlo por la noche para evitar la degradación del producto y complementarlo con una crema regeneradora por la mañana.
Beneficios del Retinol en la Piel
El retinol mejora manchas, imperfecciones y arrugas, siendo un componente clave en las cremas antienvejecimiento. Según la Dra. Ruíz, previene y trata el fotoenvejecimiento, las arrugas finas, las manchas y mejora la textura de la piel. Alba destaca su efectividad en la reducción de la profundidad de las arrugas al mejorar la textura cutánea. Se recomienda un uso supervisado por expertos para obtener resultados óptimos y progresivos.