Baby Botox: el tratamiento antiedad preventivo que consigue un resultado natural

La inyección en micro dosis de toxina botulínica que arrasa.

Los expertos ya predecían hace unos años que el enfoque de los retoques estéticos se encaminaba hacia la búsqueda de la naturalidad. Alejados de los rostros artificiales o del objetivo de congelar el paso del tiempo con carácter indefinido, hoy en día los protocolos profesionales se centran en resaltar los atributos de cada fisionomía y prevenir la aparición de los primeros signos de envejecimiento desde las etapas más tempranas para así retrasar, que no anular, el envejecimiento. Para el primer caso surgen técnicas que trabajan para aumentar la autoestima de la paciente con tratamientos como el que corrige sonrisas gingivales o las infiltraciones de ácido hialurónico que restauran el volumen de los bautizados como «rostros esqueletizados». Como solución para el segundo surge el llamado Baby Botox, un procedimiento en el que se inyectan cantidades mínimas de toxina botulínica para suavizar las líneas de expresión o retrasar la formación de arrugas. Para responder a todas las dudas que te puedan surgir al respecto contamos con tres expertos de excepción que nos las resuelven para ti.

Baby Botox

Qué es el Baby Botox

El Dr. Moisés Amselem, referencia mundial de medicina estética, nos cuenta que «se trata de inyectar la toxina botulínica a nivel facial en el tercio superior de la cara a dosis muy pequeñas, para conseguir no solo atenuar las arrugas de expresión, sino prevenir las mismas sin llegar a una parálisis total de estos músculos». La Dra. Moshgan Mahrami, directora de Moss Clinic, añade que las zonas estrella donde se inyecta la sustancia son aquellas en las que comienzan a surgir los signos de envejecimiento: «Se aplica de una manera muy precisa y rápida en la zona donde se prevé que se formen las arrugas o marcas de expresión, generalmente en el entrecejo, en el área donde aparecerán las molestas patas de gallo y la frente». Un trabajo de antelación que la experta recomienda a pacientes jóvenes, desde los 25 años en adelante.

Acerca del porqué de la edad temprana a la que se realiza el Baby Botox, las cirujanas y médicos estéticos Virtudes Ruíz y María Vicente apuntan que «cada vez son más los jóvenes que acuden a nuestras consultas en busca de la prevención de “arrugas de expresión”, que ven en sus progenitores, y que saben que terminarán teniendo si no hacen nada, pero no quieren grandes dosis de toxina por miedo a quedar inexpresivos». En cualquier caso, la personalización es clave a la hora de adaptar el protocolo al género, tipo de piel, grado de envejecimiento o edad del paciente.

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